Para muchos Xochimilco es el lugar periférico de la Ciudad de México, conocido por sus rimbombantes fiestas patronales, sus mercados tradicionales y por supuesto, sus coloridas trajineras.
No obstante, este pintoresco pueblo cuenta con amplia e interesante cultura que quiero sobresaltar, dado que tengo el presentimiento de que solo es conocido solo por sus emblemáticas trajineras y canales.
Así pues, repasemos sus aspectos culturales más importantes.
Historia general de Xochimilco
Hace más de 1,000 años Xochimilco era una tierra fértil llena de ríos y manantiales que alimentaron los lagos y la zona chinampera. Es decir, un hermoso lugar ubicado al sureste de lo que hoy es la Ciudad de México, cuyos pobladores se establecieron cerca del año 989 de nuestra era.
Xochimilco fue un asentamiento autóctono cuyos pobladores anteceden a la primera de las siete tribus nahuatlacas que venían de Chicomoztoc. Los pobladores se establecieron alrededor de los manantiales de agua dulce, que formaban parte del lago de Texcoco.
Estas tierras se regían por un sistema político de diezmo ante la jerarquía indígena. La cabeza era el “Señor” de las tierras. Se caracterizaba por su forma de producción agrícola, basada en las famosas y tradicionales chinampas: islotes artificiales cercados con árboles nativos que fungieron como lugar de siembra para todo tipo de verduras y maíz, principalmente.
Aunque su progreso económico, político y cultural no es equiparable al de los teotihuacanos (el referente prehispánico más grande y famoso de la época clásica), Xochimilco destacó por su capacidad de producción alimentaria. Era un sistema autosostenible y que más tarde fue la principal fuente de contribución agrícola para la gran Tenochtitlán y para la Nueva España.
Después de la conquista española (1521), las tierras xochimilcas fueron otorgadas a merced de los españoles; se aumentó el monto de las contribuciones y no disminuyó la carga de trabajo para los indígenas. Esto produjo tragedia, por tanto, los pobladores xochimilcas se disgregaron por todo el valle, causando la ruina y el desarrollo de Xochimilco.
Los pocos pobladores que continuaron viviendo en Xochimilco, fueron sometidos a un sistema arduo de explotación y de evangelización. De esta forma, el pueblo xochimilca desarrolló su cultura basada en la producción agrícola, evangelizado, con adoración a los dioses prehispánicos en secreto, y arraigado a sus tradiciones en torno a los canales que fueron su principal medio de transporte y distribución.
Excesivas lluvias de entre 1603 y 1606 en el Valle de México, causaron la pérdida de cosechas y el derrumbe de edificios y casas. Esto causó la escasez de alimentos que a la vez provocó la huida, y a su vez el incumplimiento de tributos para con los indígenas como para con la corona española. Asimismo, esto contribuyó un estancamiento en su desarrollo como cultura, pues además de su sustento, debían pagar tributos a los caciques de la corona española.
El 6 de diciembre de 1914, Francisco Villa y Zapata entraron a la Ciudad de México al frente de sus respectivos ejércitos. La alianza entre estas dos fuerzas militares es conocido como el Pacto de Xochimilco, en el cual establecieron una alianza para apaciguar y buscar una resolución al conflicto del país. Villa y Zapata pugnaron por atender los problemas y las necesidades populares y el reparto agrario; en privado, hicieron una coalición de sus fuerzas, el Ejército del Norte y el Ejército Libertador.
De esta forma, Xochimilco formó parte de la historia de la revolución. Siendo Xochimilco símbolo de la unión de dos fuerzas que buscaban atender las causas sociales que tan abandonadas estaban en ese momento de la historia. Pues no es falso que la conquista española trajo consigo una serie sometimiento extractivo en favor de unos pocos y que solo el paso de la Revolución Mexicana ayudó a apaciguar.
Fiestas patronales, comerciales y populares de Xochimilco
Alrededor del siglo XVII, la etapa de evangelización sobre la nueva España había concluido en las nuevas tierras de la corona. Pobladores nativos daban indicios de haberse convertido al cristianismo, pero en secreto, seguían adorando a sus dioses prehispánicos; realizaban sus antiguas ceremonias. Incluso, franciscanos españoles se vieron fascinados por estos dioses que dedicaron tiempo a su estudio.
Cuando los franciscanos encargados de la evangelización en la Nueva España se dieron cuenta de que los indígenas mentían con respecto a su evangelización, pensaron en una estratagema para fidelizarlos por completo.
De esa manera nacen las fiestas patronales, una forma de continuar la evangelización en la cual, a partir de una fiesta, se reivindicó la adoración al Dios del cristianismo y sus otras formas. Las fiestas patronales se hicieron del agrado de los pobladores, donde además cohesionaron a la población; pronunciándola así como un pueblo dirigido en la misma causa, aceptador de un único y solo Dios.
Tales fiestas patronales pueden verse aún hoy en día, en las distintas misas y en conventos que se realizan a lo largo del año en Xochimilco. Sin duda alguna la más importante es la fiesta del “Niñopa”, celebración para presenciar y conmemorar el cambio de hogar de esta figura religiosa, que alude a Dios hijo y al maíz -sustitución simbólica para la aceptación entre los xochimilcas-. Pero también existen otras tantas fiestas de suma importancia a lo largo del año, al menos 36, que revindican la adoración de los distintos entes del cristianismo: la Virgen María, Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo.
Las fiestas patronales dieron pie a desarrollo de más celebraciones que no precisamente estaban relacionadas con la evangelización, sino con la parte comercial. Así pues, surgieron las fiestas comerciales, tales como la feria de la alegría y el olivo, feria nacional de la nieve, feria gastronómica de Cuatlatapa, feria del dulce cristalizado, expo nochebuena.
En Xochimilco, cada fiesta se realiza con mucho esmero por los pobladores xochimilcas. Llenas de tradición y cultura, estas celebraciones son momentos alegres para este pueblo de antaño que ha pasado por una transformación cultural única y sin precedentes, que combina lo prehispánico con el cristianismo. Son la vida y sonrisa de este lugar que pocas veces tuvo tiempo para ser plenamente feliz.
Flora y fauna de Xochimilco, una bendición natural
Hallazgos arqueológicos sugieren que la ocupación humana data de hace 3,500 años antes de cristo. El paisaje de aquél entonces abismalmente distinto al actual:
Serranías cubiertas de bosques, praderas llenas de pastos, conos volcánicos apagados; cerros que emergían como islas dentro del lago, valles Inter montañosas con sus ricos mantos de formación aluvial, un gran lago en el centro y ríos de las vertientes montañosas venían a desaguar en él.
Xochimilco Hoy.
En medio del agua, se cuenta que a “Acatonalli”, el primer gobernador de Xochimilco propuso desarrollar el cultivo en las tierras más altas de la región, sobreponiendo árboles de ahuejote sobre una cama de vegetación que dieron nombre a las famosas chinampas, mismas que sirvieron como excepcional sistema agrícola de producción autosustentable.
Por su privilegiado y armonioso equilibrio con el agua, Xochimilco contaba con diversa vegetación de flora y fauna, compuesta por: ahuejotes (Salex bompladina), aile (Alnus acuminata), casuarina, sauce llorón, alcanfor y eucalipto.
En la superficie de los canales abundaban plantas acuáticas tales como el lirio de agua (Eichhornia) ombligo de venus (Hydrocotyle renunculoides), ninfas (Nymphaea mexicana), lechuga de agua (Pistia stratiotes) y la lentejilla o chichicastle. Algunas de ellas ya están extintas. A las orillas de los canales había tule o espadaña (Typha angustifolia y la Thypha latifoilia), alcatraz (Zantedeishia aetiophica), ortiga (Urtica dioca), zacate robusto (Enchilochloa cruspavonis), zacate rastrero o pata de gallo (Cinodelldactylon), zacate de talla elevadac y porta elegante (Eragotis mexiacana) zacate criollo (Hordeum adscendes), y carrizo (Gynerium sagittaum).
En la parte de fauna podemos encontrar al venado, coyote, tlalcoyote, comadreja, zorrillo, tejón, cacomixtle, tlacuache, armadillo, ardilla, tuza, conejo, ratón y por supuesto, al famosísimo ajolote: especie única de México que tiene la maravillosa capacidad de regenerar partes de su cuerpo.
Sin embargo, muchas de las especies como el ajolote están ahora en peligro de extinción debido al asedio urbanístico que data de mediados del siglo XX. Además, la exportación de mercancías agrícolas se detuvo debido a la importación de mercancías provenientes de otros lados. Xochimilco pasó de ser el principal proveedor de la Ciudad de México, a uno secundario.
Por si no fuera poco, se entubaron los ríos que proveían de agua a este hermoso manto. Se descargan ahora aguas negras provenientes de la Ciudad de México. ¿Por qué? La historia de Xochimilco es hilarante: proveía de alimentos, pero la asfixian para tener una imagen similar al sistema español. Un sistema funcional se sustituyó por uno menos funcional.
Conclusión
Xochimilco, lugar donde crecen las flores.
Bibliografía:
Terrones, M. (2003). Xochimilco hoy. México: UNAM.